PoliPepe#1662: Los Pacers te remontan 483n5l

Esto es PepeDiario, PoliPepe.

Hola, ¿qué tal? Hoy estamos a jueves 22 de mayo del año 2025.

Os hablo desde el barrio de Arguelles, en Madrid, en España.

Yo soy Pepe Rodríguez y este es el programa número 1.662 de la sección polideportiva de PepeDiario.

¡Bum! Vengo con todo el flequillo despeinado.

Acabo de ver el partido entre los Peixes y los Knicks y me tiemblan las canillas.

Estoy aquí en un estado de hipertensión absoluta.

Ni que hubiera tomado 19 millones de cafés.

¡Madre mía! ¡Qué final de partido! Antaño, y esto lo confieso con total honestidad, antaño, en un partido en el que el ganador o el que va por delante está 14 puntos arriba a falta de tres minutos, de dos minutos, no hubiera cambiado.

No hubiera quedado mucho menos en unas finales de conferencia, muchísimo menos en un partido que estoy viendo completamente solo, sin multipantalla en la tele ni nada.

Pero hubiera dado al botoncito de diez segundos para delante más a menudo.

En los tiros libres, en los tiempos muertos, acelerar en exceso y me habría perdido una jugada o dos, una posesión o dos. Habría pasado todo eso.

Y habría acabado esos minutos a toda hostia para ver que el que iba ganando de 14 acaba ganando de 9, o de 21 o de 14.

Y, ala, ala, aquí a ponerme a grabar y carretera.

Sin embargo, y de verdad que no me estoy haciendo el listo, es meramente un hecho, hoy no me he calentado de esa manera.

No he pensado que los Knicks tenían el partido ganado.

No lo he pensado.

Y no se trata del nivel de juego de los Knicks o de mi falta de confianza en ellos, que existe, desde luego, ni tampoco mi sobreconfianza en los Pacers, que también existe.

Se trata de que la NBA ha cambiado tanto ante nuestros ojos en los últimos años, que este tipo de cosas ya no me resultan tan increíbles, tan sin parangón, tan salidas de la nada y viviendo un momento histórico.

Entended que sí, que, por supuesto, esto es un momento histórico que ya veremos cómo avanza la temporada, ya veremos qué significa esto si se eliminan los Knicks, si los Pacers juegan la final de la NBA.

No te quiero decir si los Pacers ganan el anillo, incluso al revés, si los Knicks ganan el anillo, si los Knicks juegan las finales, lo que hablaremos de este final de partido.

Por supuesto que esto es un momento histórico y, por supuesto, también que estamos ante algo que nunca, como tal, ha sucedido.

Hoy veréis por todas las esquinas no el porcentaje, sino el número grandilocuente que ya lo hacen los periodistas gigantesco para que te impresione muchísimo.

Cuentan todas las veces que iba alguien ganando de 14 y cuántas veces se ha remontado. Nunca.

Es la primera vez que se remonta.

Dicen que esto ha pasado 1.144 veces y es la primera vez en 1.144 veces.

Te impresiona mucho más.

Hoy veremos cómo se utiliza mucho ese juego numérico.

No, claro que no ha pasado nunca en este asunto concreto a falta de 2 minutos, 14 puntos.

Pero la NBA nos ha ido acostumbrando a que las remontadas de 20 puntos son algo común.

Común casi todas las noches de la temporada regular.

No sé si eso es una estadística en sí, no tengo ni idea, porque es algo que siento, pero no sé si es verdad.

Ahora, que dos o tres veces por semana yo noto que hay un partido que un equipo gana de 20 y acaba perdiendo, pues sí, la verdad.

Y en estos mismos play-offs, los Knicks remontan dos partidos a los Boston Celtics. ¡A los Boston Celtics! ¡Ojo! En los que perdían de 20 puntos.

Y los propios Indiana Pacers, una vez a los Milwaukee Bucks, otra vez a los Cleveland Cavaliers y ayer a los New York Knicks, en los últimos 50 segundos, 40 segundos, remontan siete puntos.

Hoy ha sido más exagerado todavía.

Hoy han sido 14 puntos en dos minutos, algo, ya dicho, nunca ha pasado, nunca ha sucedido, cierto.

El hecho en sí nunca ha sucedido, mucho menos en una final de conferencia, mucho menos con todo el planeta baloncesto, con todo el planeta NBA mirando, con canasta final increíble, agónica, memorable de Halliburton, que pegan el aro, que sube hasta arriba, que entra, que piensan que han ganado el partido, que hace el gesto de Reggie Miller de asfixiar en aquel momento, se lo hizo a Spike Lee y hoy, obvio, Halliburton se lo hace a todo el Madison Square Garden para recordar esa vieja, mítica, maravillosa rivalidad de los años 90 entre Indiana Pacers y los New York Knicks.

Luego la revisión, no era un triple, era un tiro de dos, así que hay que jugar la prórroga que le quita el tiempo.