
#79 - Corvus al telescopio: cuando el cielo te da otra oportunidad 116ee
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Corvus al telescopio: cuando el cielo te da otra oportunidad Este episodio casi no ve la luz. Lo grabé poco después del que dio lugar al episodio 78, pero entre unas cosas y otras, la edición se complicó y estuvo a punto de quedarse olvidado. No quería que pasara lo de otras veces, cuando algunas observaciones han acabado publicándose con un año de retraso, fuera ya de su temporada. La observación fue en el Centro Astronómico del Alto Turia, instalaciones de la Asociación Valenciana de Astronomía. Era entre semana y, como la compañía iba a ser escasa, decidí utilizar uno de los telescopios disponibles allí. Me decanté por el Dobson de 20 pulgadas, que siempre me ha encantado pese a tener algún detalle peculiar… y no pocos problemas cuando las cosas no están bien cuidadas. La idea era aprovechar los encoders, pero no funcionaban, así que tocó improvisar y buscar a mano, entre cabreos, gafas olvidadas y frustraciones varias. Por suerte, el cielo estaba de mi parte. Sin nubes, sin humedad, sin viento molesto… y sin turbulencia. Una noche de esas que lo perdonan todo, incluso cuando empiezas con mal pie. El cuerpo principal de la observación se centró en la constelación de Corvus, con objetos espectaculares como la Galaxia Sombrero o las Antenas. También apunté hacia Hydra, con galaxias como M83 o el cúmulo globular M68, y rematé con un puñado de objetos de cielo profundo que no necesitan presentación: Cadena de Markarian, M51, M101, M57… todo ello acompañado por una luna creciente de tres o cuatro días cuya luz cenicienta fue, sin duda, uno de los momentos más memorables de la noche. Una sesión que empezó torciéndose… y acabó siendo difícil de olvidar. 🔗 Enlaces y formas de o: https://linktr.ee/luces_x 2a5y3b
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Bienvenidos al episodio número 79 de Luces Extrañas.
Yo soy Néstor y esto es Luces Extrañas, un podcast sobre las experiencias de un aficionado a la astronomía visual a pie de telescopio.
Por aquí dejo mis impresiones acerca de algunos objetos que tengo ocasión de observar, como observarlos, cuál es el mejor momento, condiciones y material.
Hago comentarios acerca del equipo que uso para observar y algunas indicaciones prácticas.
Si ya habéis escuchado algún episodio, sabéis que no es un programa sobre ciencia, sino que es un podcast sobre la astronomía que tú puedes practicar cuando sales a observar.
La astronomía observacional.
La astronomía visual en definitiva.
Aquí hablaremos sobre la práctica, los rios y, en alguna medida, las técnicas para observar el cielo estrellado con nuestros propios ojos a través de nuestros telescopios o prismáticos.
Este es un episodio de una observación que he tenido esperando su salida demasiado tiempo.
No muchos días después de la observación que dio lugar al episodio 78, en este se me complicó la cosa a la hora de editar y no quería que sucediese lo que otros episodios que han tenido que esperar al año siguiente a ser publicados porque se les había pasado su época.
Esta observación fue en el Centro Astronómico de la Altoturia, instalaciones de la Asociación Valenciana de Astronomía, de la que soy miembro desde hace dos décadas y pico, ahí es nada.
Era entre semana, de modo que la compañía iba a ser escasa y ya fui con la idea de usar uno de los telescopios de las instalaciones.
Elegí el más gordo, un Dobson de 20 pulgadas que, bueno, me encanta.
Me encanta pese a tener la apertura del telescopio hacia la izquierda, es una cosa que soporto con dificultad.
No cuenta con seguimiento, es de tracción animal, que digo yo, pero cuenta con unos codificadores en los dos ejes que facilitan las búsquedas si nadie lo toca, más de lo debido.
Venir a un lugar así tiene sus ventajas y sus servidumbres, por una parte hay unas instalaciones que te facilitan la vida, corriente eléctrica, una pequeña cocina, algún telescopio a tu disposición si no te quieres traer el tuyo.
Esto último a mí me vino fenomenal porque hubiese ido demasiado justo de tiempo de haber tenido que ir a buscar y cargar el mío.
Y también cabecitar un cielo excelente, aunque lo de excelente lo vamos a tener que dejar solamente en una comparación con los cielos que suelo frecuentar yo.
Aquellos están casi arruinados y el cielo de este lugar conserva aún una oscuridad notable, si no tienes en cuenta alguna zona al sureste en la que no es posible observar nada decentemente, una zona demasiado amplia que está inservible.
Mira, ya estoy con cosas negativas y eso que estaba enumerando las virtudes.
En el lado de las servidumbres está la distancia, arruinados otros cielos que anteayer eran santuarios para la observación, ya solo queda echar hora y media de conducción y yo tengo suerte para encontrarme con un cielo que todavía se parece, aunque sea vagamente, a aquello que fue hace no mucho tiempo.
Hace años se le ocurrió a alguien que sería buena idea poner alrededor de dos observatorios astronómicos ya instalados un parque eólico, es el eufemismo para definir una central de aerogeneradores de 40 o 50 metros de altura cada uno.
No le sirvió ningún otro monte de los alrededores, fue precisamente el del observatorio de Aba y el de la universidad.
Pero bueno, a ver si ponemos de nuestra parte y entre esto y las pajitas de cartón de los zumos logramos bajar el termostato del planeta.
Luego vinieron las luces astroboscópicas blancas encima de cada pirulo, un vigilante dando vueltas toda la noche con su vehículo y las luces largas, el caso es que entre estas cosas y otras ajenas al lugar perdí la costumbre de observar en este sitio en favor de otro que tenía a pocos minutos de casa.
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