Antes de la filosofía: los mitos 2f6av

Bienvenidos al bulevar de la filosofía, donde las ideas caminan a su propio ritmo y cada pensamiento encuentra su rincón en la ciudad. Aquí la razón se cruza con la vida cotidiana y la historia se mezcla con el presente. No hay prisa, solo un paseo entre palabras, dudas y paradojas. Así que ajusta el paso y acompáñanos en este recorrido filosófico.

Antes de la invención de los ordenadores, la gente solo podía publicar sus pensamientos en libros impresos. Antes de la invención de la imprenta, las ideas se copiaban cuidadosamente a mano en códices. Antes de los códices, las escribían en rollos de papiro o las grababan en piedra, en tablillas enceradas o en la arena.

Antes de la invención de la escritura, cantaban canciones y se entretenían contándose historias. Relatos sobre cómo combatieron los héroes en Troya, sobre cómo lucharon los gigantes contra los dioses o sobre cómo la tierra generó a los seres vivos y a dónde iban los muertos cuando dejaban a los vivos.

Fue en esta época, en la etapa en que el discurso poético-memorístico estaba dando paso a los textos escritos, cuando algunos sabios en el extremo oriental del mundo griego inventaron la filosofía. Empezaron a cantar, no a los dioses y héroes, sino a lo que existe, preguntándose de dónde venía y por qué. Finalmente, algunos de ellos comenzaron a escribir sus ideas para la posteridad. Desde el punto de vista de la historia de la filosofía, este es el momento en el que se iniciaron los registros históricos, a comienzos del siglo VI a.C.

Grecia en la antigüedad no era una unidad política. Se trataba de un conjunto de ciudades y pueblos que compartían una cultura y unas tradiciones religiosas comunes y hablaban una misma lengua, aunque con variantes dialectales. La historia de los griegos se puede remontar hasta la época micénica, que vivió su auge en el segundo milenio a.C., entre el 1600 y el 1200.

Después de este periodo, las regiones que rodearon el mar Egeo vivieron la denominada época oscura entre el 1200 y el 900 a.C., en la que apenas hay rastros de vida urbana o de comercio de larga distancia, y en la que el uso de la escritura, que había sido habitual en el periodo micénico, desapareció por completo. En cambio, en la llamada época arcaica, entre los siglos VIII y VI a.C. se asistió a un importante florecimiento de la civilización griega que desembocaría en la época clásica, siglos V y IV a.C.

Los elementos más destacados de este desarrollo durante la época arcaica fueron la expansión por el Mediterráneo, el desarrollo de la polis y la escritura.

Hablemos de la expansión por el Mediterráneo. Desde el siglo VIII a.C. se vivió una nueva época de prosperidad en el mundo griego y se renovó la vida urbana. Además, se produjo un notable incremento de la población y se empezaron a restablecer lazos comerciales con el sur de Italia y el Mediterráneo oriental, costas de Siria y Fenicia.

El aumento del comercio y el crecimiento poblacional dieron lugar a la creación de colonias griegas en distintos lugares del Mediterráneo. Los colonizadores más activos fueron los griegos jonios que al principio, siglo VIII a.C., se dirigieron sobre todo hacia el oeste, Sicilia y sur de Italia. Algunas colonias crecieron muy rápidamente y llegaron a contarse entre las ciudades griegas más pobladas, como fue el caso de Siracusa en Sicilia.

Y ahora veamos el desarrollo de la polis. Muchas de las comunidades tribales de la época oscura, que habían estado regidas por jefes o reyezuelos, con el tiempo pasaron a estar gobernadas por grupos aristocráticos. La polis