Aristóteles: de Estagira a la eternidad 1m1y47

Bienvenidos al bulevar de la filosofía, donde las ideas caminan a su propio ritmo y cada pensamiento encuentra su rincón en la ciudad. Aquí la razón se cruza con la vida cotidiana y la historia se mezcla con el presente. No hay prisa, solo un paseo entre palabras, dudas y paradojas. Así que ajusta el paso y acompáñanos en este recorrido filosófico.

Bienvenidos a paseando por la filosofía. Hoy vamos a conocer mejor a Aristóteles, un hombre que nació en una pequeña ciudad, se formó con los grandes pensadores de su tiempo, fue maestro de un conquistador legendario y terminó revolucionando la filosofía occidental.

Muchos lo recuerdan por sus teorías sobre la lógica, la metafísica o la ética. Pero hoy nos vamos a centrar en su vida. ¿Quién fue este estagirita que no se conformó con repetir las enseñanzas de Platón? ¿Cómo pasó de estudiante a fundador de su propia escuela? Y quizás lo más importante, ¿cómo terminó teniendo influencia en casi todas las disciplinas del conocimiento? Así que abrochémonos las zapatillas, porque empezamos a pasear.

Aristóteles nació en esta gira en el año 384 a.C., en lo que hoy sería el norte de Grecia. Su padre, que se llamaba Nicómaco, era médico de la corte del rey Amintas III, abuelo de Alejandro Magno. Y esto, que pudiera parecer un dato intrascendente no es un dato menor. Crecer en un ambiente donde la observación y la experimentación eran clave, seguramente influyó en la manera de ver el mundo por parte de Aristóteles.

A diferencia de otros filósofos que empezaban su camino en la política o la poesía, Aristóteles fue enviado a Atenas a los 17 años para estudiar en la academia de Platón. Cuando Aristóteles llegó a la academia, Platón ya era un peso pesado de la filosofía. Se dice que Aristóteles era uno de sus alumnos más brillantes y que Platón lo llamaba el intelecto de la escuela.

Vamos, que sería el típico estudiante que siempre tenía la respuesta correcta y terminaba algunas frases del profesor. Pero aunque iraba a Platón, no lo seguía ciegamente.

Con el tiempo comenzó a desarrollar sus propias ideas y a cuestionar la teoría del mundo de las ideas. Para Aristóteles no hacía falta inventarse otro mundo para explicar la realidad. Todo lo que necesitamos está aquí, en este mundo. Cuando Platón murió en el año 347 a.C., muchos pensaban que Aristóteles sería su sucesor natural en la academia.

Pero no, el cargo se lo dieron a Espeusipo, sobrino de Platón. Vamos, que el enchufismo familiar y académico ya existía en la antigua Grecia. Aristóteles hizo las maletas y se fue de Atenas. Durante un tiempo se dedicó a viajar, pasó por Asia Menor, estuvo en Aso y Mitiliene y trabajó para el tirano Hermias, lo cual nos demuestra que los filósofos también sabían buscarse la vida. Pero el gran giro de su carrera llegó cuando Filipo II de Macedonia le pidió que fuera el tutor de su hijo, el futuro Alejandro Magno.

Sí, Aristóteles fue el profesor particular del tipo que más tarde conquistaría medio mundo. ¿Qué le enseñó? Filosofía, ética, lógica, ciencias naturales… tuvo éxito.

Depende de cómo lo miremos. Por un lado, Alejandro siempre mostró interés por la cultura griega y el conocimiento. Por otro, terminó creyéndose hijo de Zeus y montando guerras por todo el planeta. Así que digamos que la influencia de Aristóteles tuvo… resultados mixtos. Cuando Alejandro llegó al poder y convirtió a Macedonia en la gran potencia de la época,