289. Angelika Kluk: Asesinato en la iglesia 1y3137

El teléfono móvil de David Swindell sonó la mañana del viernes 29 de septiembre de 2006.

El agente de la policía leyó el mensaje que uno de sus compañeros le había enviado.

El mensaje era claro y conciso, unas pocas palabras que le hicieron entender que tenía que ponerse en marcha cuanto antes. Han encontrado un cadáver, Iglesia de San Patricio. No había tiempo que perder. Condujo con su vehículo por las calles de Glasgow hasta llegar a su destino.

Ya desde lejos podía ver el resto de coches patrulla que, tras llegar a la escena del crimen, rodeaban la iglesia. Era temprano, apenas habían salido los primeros rayos de sol, y el haz rotatorio y pulsante de las luces azules de los vehículos policiales impactaban la fachada gótica de la iglesia, generando una sensación de mayor inquietud. David junto con otros compañeros de oficio entraron en la iglesia. Poner un pie ahí dentro es como adentrarse en un santuario sereno impregnado de arte y de historia, pero esta vez con un componente añadido, la maldad humana.

Los agentes se dirigieron al punto exacto para ver con sus propios ojos lo que había pasado allí, dentro de esa iglesia. Una moqueta verde cubría el suelo desgastado del templo. La retiraron y luego abrieron una especie de trampilla de 71 x 45 centímetros. En el interior se encontraba el cuerpo sin vida de una joven que llevaban buscando cinco días. Angélica Klug, de 23 años, había sido brutalmente asesinada y su caso permitiría resolver otros dos que durante años permanecieron archivados, esperando a que se hiciera justicia.

Una historia de misteriosas desapariciones, abusos y crímenes que salieron a la luz, pero también tramas paralelas que revelaron que el mayor de los enemigos estuvo más cerca de lo que pensaban. Hoy nos trasladamos hasta Glasgow, Escocia, para conocer uno de los sucesos acaecidos en la ciudad que más notoriedad alcanzó en los últimos años. Nos adentramos en un nuevo True Crime, aquí, en Crónicas de la calle Morgué. Angélica Klug nació en febrero de 1981 en una ciudad polaca llamada Skoczów.

Se sitúa al sur del país, rozando la frontera con Chequia. Es atravesada por las aguas del río Vistula, siendo la ciudad más antigua de la cuenca superior del río. Angélica residía en un edificio de cinco plantas junto a su padre, Vladislav, de 50 años, y su hermana mayor, Aneta. Vladislav trabajaba en la construcción y era quien se encargaba de proporcionarle a sus hijas todo lo que pudieran necesitar. Después de divorciarse de su mujer y madre de sus dos hijas, tanto Angélica como Aneta quedaron bajo la custodia de Vladislav.

Angélica siempre fue una muy buena estudiante, tranquila, alegre y algo introvertida. Le encantaban los idiomas y se matriculó en la Universidad de Gdansk. Estaba a más de 600 kilómetros de su hogar, así que tuvo que hospedarse en una de las residencias para estudiantes. La mayor parte del tiempo lo pasaba sola, dedicándose exclusivamente al estudio. Rara vez se la veía en las fiestas que otros compañeros organizaban. Estaba especializándose en noruego, aunque su mayor deseo se hacía en el norte de Rusia.